Fin de lo que se iba dando

Termina el curso. Al menos el de segundo, razón por la que al final, después de tratar de irme el año pasado, acabé quedándome en Alcalá. No me gustaba un pelo, y sigue sin gustarme, el centro, el instituto, pero quería tener la oportunidad de poner en práctica el curso que, ese año, no me dejaban dar. Así que a la hora de elegir destino… contra mi lógica y deseo, dije que repetía sitio. Quería terminar con el grupo que había cogido en primero: Sara, Leire, Clara, Joel, Joaqui, Dani, Alicia, Raquel, Ángela. Así que damos por terminado curso y periodo. Ya solo resta llegar al 30 de junio.

(En la foto, Angie durante la sesión de moda de Leyre)
Va siendo un año extraño. No me encuentro en casa. Esto no es mi casa. Quería tomar piso aquí, en Sevilla para poder terminar de escribir el siguiente libro. Pero es mentira, no puedo. Solo escribo cuando estoy de vuelta en el Puerto el fin de semana. Por eso vuelvo los viernes y me vengo los lunes,para aprovechar más las horas en que allí escribo.
Va siendo un año extraño. No se que voy a hacer el curso que viene. En buena lógica debería dar punto y final a esta aventura académica. Está claro que no soy profesor. No se evaluar. No me encuentro capaz de evaluar a los demás. Ni de criticar sus fotos, ni de examinar sus conocimientos. Hay tantos campos trillados que son mentira y que se exigen en estas enseñanzas que me siento totalmente incapaz de pedir razones cuando otros enseñan tantos errores. No soy capaz de evaluar. De eso me he dado perfecta cuenta esta semana durante el desarrollo del final del curso. Un exámen, un reportaje. ¿Quien evalúa un reportaje? Si no se hace como tu dices ¿Lo suspendes? ¿Y qué sabes tu acaso de como hacer un reportaje? No quiero que pongas luces de esa manera. Pero habiendo tantos estudios que así las colocan ¿Vas suspender al alumno? Es muy fácil alumbrar, es muy difícil iluminar. Dice Javier Sardá que hacer una buena foto no es dificil,, que lo difícil es hacer buena la foto que te pide el cliente. Y al fin y al cabo de eso se trata en este tipo de cursos. Pero muchos lo entienden como hacer una imagen correctamente expuesta y según el decálogo del fotoclub. Y te exigen que digas que está bien su foto.

Pero claro, siempre hay quien te sorprende, agradablemente. Clara se mostró una magnífica directora de escena. Quiero una ayudante, o una jefa,como ella, con una idea clara de como ha de ser la pose. Alicia regaló esta pose de su modelo, que yo no desaproveché, claro está. ¿Como valorar igual este tipo de trabajos que losde quien se creen que con su solo genio creativo basta y sobra y que hay que aprobarlos símplemente porque sus fotos están bien de exposición?

Durante la sesión de moda de Ángela, Clara dibujaba la figura de la modelo (vease la foto) ¿Como valorar la mediocridad de otros con la elegancia de su trabajo?

No si seguiré el año que viene. La lógica me dice que si, que debería, al menos un año más. Sobre todo por terminar de pagar aquél estúpido préstamo de la fallida a ventura asturiana ¿Donde anda Pino? ¿Se han apagado las luciernagas? ¿Los faros ya no susurran nombres al viento del sur?
Un año más. Posiblemente. O el resto de lo que te queda de vida.
No, ya no quiero andar sin casa. /Set mode caracol off. Quiero un estudio. Una cámara. Una productora como Sara, o una directora como Clara, o un técnico sacalotodoadelante como Joel. O las miradas silenciosas de Raquel. O la energía de Alicia. O alguien como Leyre, prudente como nadie a quien siempre puedes preguntarle porque, como oráculo, nunca le falta la razón.