La mentira de la fragilidad de la bailarina. Más fuerza oculta de la que parece a simple vista, más energía escondida en la figura que la que aparentan sus proporciones. La inteligencia como control del cuerpo, el trabajo como forja del movimiento.
Por si alguien pensaba que lo de la danza es una ocurrencia de ahora. Esta es Flora, en el estudio de ballet de La Casa de la Cultura del Puerto de Santa María, hacia 1986.
Se trata de una diaposiva agfachrome 400 tirada a 25 asa.